sábado, 21 de marzo de 2015

La etiqueta en España es otra patraña



En la Sexta  me entero de que en España no tenemos normativa de etiquetado para la ropa.

Usted puede comprar una falda, un pantalón o cualquier prenda con etiqueta "España" y estar esta fabricada en la India, en China, en Tailandia o en cualquier país que no garantice los mínimos derechos de los trabajadores, explotando a niños y niñas por salarios de miseria, sin seguridad sin ventilación, sin apenas luz.

Esto se traduce en una esclavitud para estas personas explotadas, en un fraude para los consumidores y en el cierre de nuestra industria textil y de todas las pequeñas y medianas empresas del ramo, que no pueden competir en precios, con empresas que obtienen sus beneficios esclavizando a sus trabajadores. Esta negligencia más, repercute como no puede ser de otra manera, en el aumento de parados y también por consecuencia, al retirar otra carta  de este castillo de naipes en derrumbe, montado sobre deudas privadas que tenemos que afrontar y sobre burbujas especulativas,  se transforma en mas deuda, más "flexibilidad exterior", mas desahucios, más suicidios, más dramas.

Esto como es natural no le preocupa a Cospedal, que ha ido a China, pero no a presionar para mejorar las condiciones laborales y sociales de esos ciudadanos pisoteados; si para algo le interesa la experiencia y  las penurias de esas gentes, será  para ver que tienen de aplicación en este país puteado pero menos que los anteriores que es España, para aumentar los beneficios de las grandes multinacionales y mejorar sus inversiones personales.

Al paso que vamos con las reformas laborales, con el partido que nos gobierna y con estos políticos, que solo les preocupa sacar tajada y convertir todo en oro para ellos y en mierda y deudas para los ciudadanos, pronto ya no nos importará lo de las etiquetas, porque no tardaremos mucho en estar en condiciones similares, trabajando como chinos, sin derechos ni libertades.

No nos podemos quejar; hoy tenemos la oportunidad de cambiar el peso de los platillos de la balanza y comenzar a librar al País de la lacra, de las rémoras, de los corruptos, votando nuestros representantes, los que nosotros elegimos, sin listas cerradas y sin imputados, políticos que no han sido puestos a dedo por los grandes financieros que ahogan el mundo, que desahucian familias con bebes. Pero si no es así y como dueños de nuestro destino, del de nuestros hijos y de nuestros nietos, votamos a los que han lapidado tantos años de trabajo, alternándose en el poder para llenarse las alforjas, sin la más mínima empatía ni amor por su patria y por los ciudadanos que representan, entonce, sabremos llevar la penosa carga con dignidad de pollino, trabajando de sol a sol por un plato de arroz, en silencio y de rodillas  

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