Los márgenes de
tolerancia establecidos por las instituciones interseccionan con los márgenes de
la razón, la justicia real, los derechos humanos y la lógica.
Hacemos unas preguntas
reflexivas:
¿Es lógico mantener un
Gobierno en el poder que no ha cumplido ninguna de las promesas hachas en
campaña electoral?
¿Es lógico emplear a
las fuerzas del orden en apoyo de desahucios ilegales condenados por Europa?
¿Es lógico permitir
que miles de ciudadanos timados por entidades financieras lleven años
reclamando los ahorros de una vida sin que el Estado intervenga enérgicamente
en su favor?
¿Es lógico considerar
traidor a un militar que denuncia en un libro corrupciones en el Ejercito?
¿Es lógico condenar a
un Juez que ha destapado uno de los más grandes escándalos de corrupción en
España, bloqueando las pruebas inculpatorias, por el procedimiento empleado,
mientras los corruptos que arruinaron el país aún siguen sin juzgar?
¿Es lógico achacar de
traición contra la Constitución, el organizar una consulta popular, cuando los que se
escandalizan han cambiado el artículo 135 entregándonos atados a la Troika,
anteponiendo una deuda ilegal que no hemos generado a los Derechos Humanos?
¿Es lógico controlar
hasta extremos paranóicos a los ciudadanos, siguiendo la pista de billetes de
500€ mientras el Banco de España y Hacienda hacen mutis por el forro con el
saqueo de las cajas de ahorros, con sus tarjetas, negras, sus sueldos
astronómicos y sus condenaciones a partidos, amiguetes y fundaciones?
¿Es lógico sacar una
amnistía fiscal beneficiando a delincuentes que pagan menos por sus trapicheos
que les hubiese correspondido declarando sin delinquir sus oscuros beneficios?
¿Es lógico presumir
de próvidas mientras se producen violaciones contra los derechos humanos,
disparando al agua pelotas de goma cuando hay hombres tratando de alcanzar la
orilla. Sembrar de concertinas la
frontera, que ocasionan profunda heridas a los inmigrantes para frenar el
hambre que muchas veces provoca la política especuladora de los países democráticos
y civilizados. Cambiar la Ley de Justicia Universal dejando vía libre a
genocidas? ¿Es lógico presumir de católicos, dar grandes privilegios a La
Iglesia y a la vez ser tan inconsecuentes?
¿Es lógico centrar
toda la atención y culpar como único responsable al maquinista de un tren por
entrar sin reducir la velocidad en un cambio brusco de un trazado suicida y sin
seguridades?. Un caso similar en el Metro de Valencia
¿Es lógico permanecer
de cacería en el momento que un petrolero con casco carcomido de hojalata inundaba las
costas de Galicia y decir que era una cuestión de hilillos de plastilina, a la
vez que se impedía a las mareas blancas que querían apoyar desinteresadamente, acercarse
a las zonas contaminadas para esconder tanta negligencia?
¿Es lógico focalizar
toda la responsabilidad del contagio del ébola, en una persona infectada
llegando a la injuria, cuando el procedimiento se convirtió en un número de
titiriteros lleno de fallos imperdonables?
¿Es lógico que los
responsables de traer el riesgo a Europa de propagar esta enfermedad no hayan
dimitido todavía?
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