viernes, 1 de febrero de 2013

España y la democracia



Tenemos que estar contentos, tenemos que ser felices, vivimos en democracia, aun pensando que es de chiste.

Que importa lo que me cuenten vestidos de hombres de leyes, de políticos honrados, de honorables financieros. ¿Que me dicen mis sentidos, mis vivencias y amarguras, mi indignación infinita, mi frustración, mi tortura?

La realidad es que vivo en un país de mangantes, que se han montado un sistema para vivir a lo grande repartiendo el sacrificio de los pobres ciudadanos entre banqueros corruptos y compinches desgraciados, imponiendo por la fuerza su doctrina de malvados que despoja a las personas de los derechos humanos.

Los obreros son mendigos, los mendigos son esclavos, los emigrantes basura sin derecho a ser cuidados por las personas decentes que reparten como hermanos el poco pan que les queda y que currando han ganado.

Dependientes sin ayudas, enfermos manipulados como carne de comercio mirando los beneficios, sin derecho a la consulta en los pueblos alejados si se enferman por la noche; más que enfermos son ganado.

 Los niños sin comedores, sin transportes escolares se quedan sin profesores.

Suben los medicamentos, los impuestos se disparan, la corriente es todo un lujo, la gasolina un pecado, le retiran las ayudas si es que viven con los padres a los que han perdido todo y se ha quedado en la calle sin trabajo ni ilusiones.

Mientras miles de chorizos, mil rateros insaciables en nuestras cajas de ahorros se llevaron los caudales sin control y sin vergüenza, son chorizos despreciables con derecho de pernada.

A los pobres pensionistas les retienen sus ahorros del trabajo de una vida los que se llevan el oro y nos dejan solo ruina

Desde puestos importantes de las administraciones se contrataron mangantes y se le dieron millones por presupuestos inflados para hacer los panteones de auténticos faraones, ciudades de la cultura, redes sin tino del ave, autopistas sin sentido, aeropuertos sin aviones para llenar los bolsillos de grandísimos bribones, estatuas horripilantes que se caen con el viento y que sufren en silencio por nacer siendo adefesios.

Mientras tanto obras de arte, maravillas del pasado que reciben los elogios de miles de visitantes se degradan poco a poco por culpa de irresponsables que desvían los recursos para forrar a mangantes; La Alhambra que hay en Granada, en Córdoba la Mezquita demuestran nuestra ignorancia.

Y que podemos decir de los sueldos, las prebendas, gastos, primas, sobres, precios de los comedores, coches, despachos, caprichos, viajes, enchufes de familiares, retiros colocaciones en chollos privatizados en empresas de energía y de telecomunicaciones.

Para colmar tanta mierda amparada y entrampada se destapan unas cuentas inauditas que seguro son el pago de tantísimas patrañas, de mordidas repugnantes que han arruinado España, son millones en Suiza saneados con las leyes que el Gobierno facilita a los que pagan favores con dinero que genera tanta infamia.

Se destapan comisiones, son donaciones manchadas, cantidades calculadas con el máximo que marca esa la ley que los ampara, un euro más es delito, una macabra jugada

Los grandes defraudadores con leyes que los amparan sin multas, con privilegios que les laven bien la cara legalizan la rapiña y aquí no ha pasado nada.

Partidos con tesoreros que se forraron sin faltas por errores judiciales una jugada de Jauja y montaron sus negocios financiados por España

Mangantes y sinvergüenzas que indultó la democracia y se dedican al arte de forrarse con estafas y vivir de la miseria generada en nuestra patria

Y Nuestra Casa Real ¿no tendría que acercarse a los que sufren el paro, a los que son desahuciados a los que pagan con sangre tanta corrupción malvada?  No hay palabras que describan el dolor de muchas madres arrojadas con sus hijos y sus viejos a la calle. ¡Acérquense más al pueblo que llora por tanta infamia! acérquense que no manchan no se oculten Majestades de los que son arrojados sin derechos a la calle

 ¿Y el Conde? ¿Cómo lo veis? ¿Qué puede ser más amargo para un padre sin trabajo, sin ayudas ni ilusiones que contemplar tanta infamia, tanta avaricia sin nombre en este país sangrante que se ha convertido España? Sin percibir la justicia que castigue tanta mafia

Tenemos que estar contentos, vivimos en democracia, en una tierra compacta de regiones integradas que comulgan con las ruedas de molinos ¡Viva España!
Si ese país se fracciona, si Cataluña se aparta ¿no será por la impotencia la indignación y la rabia?

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