Estamos tranquilos, la NASA detectará las tormentas solares y tomaremos medidas a tiempo para salvar nuestras instalaciones eléctricas. Cosas tan aleatorias como las tormentas geomagnéticas serán controladas aunque seguiremos sin prever las tormentas económicas generadas en los grandes bancos americanos que destruyen económicamente países enteros mientras Merkel desde Alemania nos bronquea por no apretarnos el cinturón en el cuello para reducir el déficit.
Mucho menos se dispondrá de un escudo que ampare a las doscientas familias que diariamente son desahuciadas en España y se ponen en orbita de un banco atraídas por la fuerza irresistible de una deuda impagable muy superior al precio de tasación de su propiedad absorbida por el agujero negro sin fondo y sin trabas jurídicas que frenen la avaricia de los exabancos.
Tampoco tendremos previsión sobre el déficit que genera nuestra administración mastodóntica, ni podremos reprimir los caprichos que se les ocurran a nuestros gobernantes que seguirán gastando dinero público en llenar de cemento zonas verdes, cambiar aceras nuevas, amueblar con lujos tártaros despachos o hacer aeropuertos sin vuelos.
Somos como hormiguitas que pueden generar un escudo que las libre de las pisadas de un elefante como en el caso del sol con un diámetro doscientas veces mayor que el de la tierra, pero que estamos indefensas ante la gran hormiga atómica de las grandes financieras.
La NASSA tendrá recursos para el escudo solar que será mas potente que la heliosfera, esa burbuja magnética de nada que nos protege en la actualidad y que no está muy bien concebida. También dispondrá de medios económicos suficientes para encontrar vida extraterrestre en exoplanetas de la Vía Láctea y se invertirán millones de dólares buscando la hormiga galáctica y mientras tanto seguiremos viendo en nuestra televisión de plasma, protegida con escudo antitormenta geomagnética y cómodamente instalados, como se resecan los niños en Etiopía retorciéndose de dolor con los labios pegados y los ojos deshidratados, imagenes con las que nos acompañarán a los postres para que seamos felices de nuetra situación afortunada, mientras no se les ocurra a ningún gobernarte de una nación poderosa y dominante generar un escudo que impida el colonialismo, la especulación con los alimentos, la desidia, indiferencia, apatía, el escarnio y falta de amor hacia los semejantes.
A pesar de estas atrocidades olvidadas, seguiremos buscando con lupa las fuerzas del mal en países con recursos petroleros para entablar una madre de todas las guerras al estilo Don Quijote de las Manchas Solares y liberar a la población de la tiranía de sus fanáticos dirigentes y mientras tanto haremos subir en bolsa las acciones de las grandes petroleras aunque el petróleo tenga un tinte un poco rojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario