15O La indignación es una virtud teologal que no contempla la iglesia, más fuerte que la fe, que se anticipa a la esperanza y que no admite la caridad como respuesta a los problemas y de la cual, que yo sepa, no hablo Mahoma aunque está moviendo montañas.
La indignación es la virtud de los jóvenes que han labrado su futuro estudiando y que cosechan como premio a su esfuerzo un lugar en la cola del paro, un discurso vacío de un político que pide su voto sin ofrecerles nada a cambio y un país en banca rota integrado en un espacio global en decadencia gobernado por las leyes de la oferta y el desmadre de los grandes grupos financieros, donde todo tiene precio menos la dignidad de estos jóvenes que se manifiestan contra el sistema
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