domingo, 25 de septiembre de 2011

Juan José Cortes no tiene que justificarse; si dice que es inocente, es inocente


Juan José Cortes  nos hadado a todos los españoles, ya no digo grandes, evangélicas lecciones en unos momentos que cualquier padre que tuviese la desgracia de atravesar, no podría asumir, por ir estas lecciones contra la naturaleza humana. Todo ser vivo nace con unos instintos de protección de sus cachorros que le hacen enfrentarse a muerte contra quien atente contra su integridad, esos instintos son heredados en nuestro cerebro reptiliano y se disparan por muy bien conformada que esté nuestra corteza cerebral.  Juan José Cortes es uno de esos escasísimos seres que consiguen controlar este cerebro primitivo que actúa independientemente de la razón.
Personalmente comparo a este hombre con Mahatma   Gandhi  o con Martin Luther King en el dominio de sí mismos, lo que le distingue de estos seres superiores es que ellos dedicaron su vida por una causa y se enfrentaron al sistema establecido.
Juan José Cortés es una persona que en momentos de insoportable dolor  es capaz de trasmitir una inmensa paz a los demás y mantener serenas las aguas en medio de un huracán de sentimientos encontrados.
Juan José Cortés es de esas personas que si te da la mano es para transmitirte toda su aurea positiva, su amistad y entregarte el alma conjuntamente.
Juan José Cortes es una persona que habla con el corazón y trasmite integramente, sin manipulaciones lo que siente y siente lo que le dicta la razón por encima del instinto
Cada vez que he tenido la oportunidad de verle en televisión me hacía pensar en mis instintos primitivos, en mis sentimientos y en mi idea de la justicia.
Es por esto que, si Juan José Cortés dice que él es inocente, le creo y pongo las manos en el fuego y ni quemándome cambiaría mi criterio.
Me repugna esta prensa sensacionalista que trata de encontrarle una justificación a la vida de Jesucristo para volver  a crucificarlo porque esa morbosidad  satisface a las masas contagiadas de la telebasura, de la vida sin valores de seguidores de Cristo con crucifijos de oro, mitras y palios, lujos y perversiones disfrazadas de santidad. Esa prensa que solo le importa el beneficio y suelta su bilis sobre personas dignas de todo nuestro respeto verdaderos predicadores del amor con su ejemplo y que siguen sin alterar bajo ningún pretexto un camino que nosotros no podríamos ni por asomo recorrer jamás
Juan José Cortes muchas personas te creemos, te queremos y nos sentimos en deuda por las lecciones casi irrepetibles que nos has dado, sin pedirnos nada a cambio y si la justicia de esta tierra algún día te condena pienso que también condenó la iglesia y la justicia a Jesucristo y no por ello es culpable y sé que si hoy este hombre volviese a nacer, otra vez sería juzgado  y condenado con estas leyes y por los mismos intereses  

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